ORIGENES
No se confundan,
soy caribeño, nací en Santo Domingo, República Dominicana, y no estoy ni
aburrido ni enojado, es que hacía mucho frío en New Jersey, mucho frío para el
clima del Caribe.
MI MADRE
Soy el hermano menor
de 7 hermanos, María Elena, José Miguel, Susana, Nalda ya no está
permanentemente con nosotros, Jades, Elizabeth. Hijo de Pascuala Concepción
(doña Elsa, Elena, M´a). Mi madre es nuestra heroína, de gran carácter,
luchadora y con gran determinación, nos dio valores sólidos y un ejemplo
intachable. Trabajó algunos años para la familia Bogaert y salió de allí
por la puerta grande.
MI PADRE
Mi padre, Cirilo
Galvá, fue un hombre de su tiempo, muy habilidoso hijo de Don Pancho, todo un patriarca
de San Juan de la Maguana, Pancho fue alcalde pedáneo de Los Naranjos y años
más tarde, mi padre también lo fue.
La familia de mi
padre, igual que en Los Funerales de la Mamá Grande, poseía una extensión
ridículamente grande de terreno en San Juan. Don Pancho, que así le decían, era
apellido La Paix, que es apellido francés, eso quiere decir que yo no debería
ser apellido Galvá, sino La Paix, pero, como era muy común en esa época, fue mi
abuela quien declaró a mi padre y ella era apellido Galvá, los giros de la vida!
MI ABUELO EL PATRIARCA
Pancho tuvo muchos, muchos hijos, casi todos con mujeres diferentes, mujeres que se conocían, se ayudaban y colaboraban juntas en la crianza de los hijos, pancho fue todo un jeque, con un harén, aunque no en el sentido estricto de palabra. Increíblemente Pancho logró que sus muchas mujeres se llevaran bien entre sí y que no se levantaran rivalidades entre sus muchos hijos, y más aún, consiguió no sé exactamente porque vía granjearse una veneración y un respeto tal, que —y créanme que no exagero— Los Funerales de la Mamá Grande palidecían en multitud frente a lo que se convirtió el sepelio de Pancho.
La habilidad para la
procreación y para el gobierno de mi abuelo explican porque cuando
iba a San Juan, —muy pocas veces, y en mi niñez—, todo mundo o era mi tío o era
mi tía o era primo o prima.
MIS VENAS POLÍTICAS
Papá heredó muchas de
las virtudes de su padre don Pancho, de eso no hay duda. La más destacable fue
el don político. Muy joven militó en el PRD, a él le decían, por razones que
ignoro, "Deo Gracia" trabajó para la corriente política del
Licenciado Jacobo Majluta durante el gobierno del presidente Don Antonio Guzmán
Fernández. Jacobo le consiguió una camioneta, una que el destrozó en un
accidente que, afortunadamente no le costó la vida, pero, al parecer, su
destino estaba destinado a morir tarde o temprano por esa vía, lo que muchos
años más tare también ocurrió. Pero papá fue un hombre muy laborioso, de haber
tenido mejores estudios y oportunidad pudo haber llegado muy lejos y sé que si
el dinero le hubiera sobrado para jugar y para otras cosas pues de seguro no
nos hubiera faltado nunca nada porque él era muy tierno, igual que lo fue su
padre, infortunadamente en él no se dio ni lo uno ni lo otro.
EL TRASFONDO
Venimos de muy abajo.
Yo tengo una muy buena memoria, pero he decidido establecer los orígenes de
nuestra historia reciente a partir de nuestra mudanza desde el barrio de Cristo
Rey en Santo Domingo, donde vivíamos a duras penas hasta nuestra mudanza a
Villa Duarte, lo cual significó un muy favorable cambio de ambiente, propiciado
por mi madre a los fines de que pudiéramos conseguir tener más oportunidades de
estar alejados de la delincuencia. Nuestra primera casa en Villa Duarte era de
cartón, y todo aquel lugar mágico, me tomaría mucho tiempo hablar de aquel
sitio, de hecho, ya hice eso en mi libro:
Para No Olvidar, Mi
Barrio Y Yo
EL ESCRITOR
Estoy escribiendo
desde que tengo uso de razón. Empecé con unas historietas que se llamaban
"Nito el aceleraíto". La historieta era una proyección de mi mismo y
la escribía por el puro placer de leerlas y compartirlas con mis amigos y
familiares que se deleitaban en todas las sandeces que escribía allí. Lo que,
sin embargo, más me entusiasmó para seguir escribiendo fue aquella vez en que
por el barrio se organizó la despedida de una muchacha cuyo nombre ya ni
recuerdo, ella era muy bella, no recuerdo las circunstancias exactas sobre cómo
le presenté el cuento pero sí recuerdo que a ella le encantó y me pidió que le
escribiera otras, sus ojos eran tan penetrantes y sus labios tan deseables que
quedé literalmente hipnotizado. Ella se fue a Italia y yo jamás supe de ella
cosa alguna, aquello fue algo tan absolutamente coyuntural que si me la
encontrara de nuevo y con lujo de detalles le recordara cada episodio de lo que
pasó aquel día, hace tantos años, supongo que a duras penas la haría recordar
el momento, porque fue su despedida del país, pero, ni por asomo lograra ella
recordarme a mí. Con todo, yo si la recuerdo a ella.
EL POETA
En el barrio, junto
con Cristian, un buen amigo de la infancia, montaba obras de teatro y
aprovechábamos para hacer galas de cantantes, pero noté que, aunque imitaba más
o menos bien a José José, eso de cantar, definitivamente no sería lo mío. Años
más tarde empecé a cultivar la poesía. Con la poesía me identifiqué muchísimo
más que con el cuento. Yo había tenido la oportunidad de leer mucha poesía,
Rubén Darío, García Lorca, Lope de Vega y muchos otros autores, en un compendio
de literatura que, al sol de hoy no sé a ciencia cierta cómo llegó a la casa y
que, no pocas veces usé para las urgencias del sanitario porque me encantaba y
me encanta aún hoy leer en el trono.
La poesía y yo
encajamos bien porque tengo una fuerte vena melancólica, al punto tal que me
encantan los días lluviosos, la nieve, la naturaleza y todo lo que pueda poner
mis sentidos en estado de abstracción. Me preocupé entonces por incrementar mi
vocabulario y mejorar mi ortografía, conseguí escribir muchos versos de rima
ociosa para enamorados a los que se les hacía difícil declarársele a alguna
damisela y no me cuidaba demasiado de la armonía y la coherencia de los versos
mientras rimaran.
Pero, cuando me
enamoré por primera vez, quería dedicarle a la depositaria de ese amor palabras
del alma y no podía componer una sarta de palabras simplemente rimantes pero
carentes de verdadero significado y coherencia, así que ahora debía no solo
conseguir un trabajo agradable al oído, sino también coherente y que
transmitiera un mensaje sincero, emotivo y con belleza literaria, en otras
palabras, un mensaje que pudiera trascender el tiempo, y continuar así hablando
en la distancia a las generaciones así se hace verdadera literatura, así se
hace verdadera poesía.
Comencé entonces a
buscar una manera de comunicar, pero, como lo hacía Neruda, la rima ya no era
tan importante, lo importante era ahora el mensaje, el mensaje bien expresado.
Pero, la época de las decepciones del amor llegó y me harté de escribir versos,
así que, abandoné todos los géneros seglares y comencé a escribir o a intentar
escribir teología, pero, la decepción, en principio fue más grande. Primero
porque las áreas que elegí para abordar eran muy técnicas y requerían unas
capacidades e las que yo carecía en ese entonces tales como hermenéutica y
escatofagia. Así que para el año 1998 produje algunos ensayos que no
trascendieron más allá de mi propio conocimiento. Con todo, el Huracán Georges
me volvió motivos para volver a explorar la poesía y la narración, escribí:
UNA BREVE RESEÑA DE
GEORGES
LOS VERSOS DE
INVIERNO
Pero mi país no es
tierra fértil para escritores, quizá ningún país lo sea, intentar ser escritor
es una profesión nada prometedora, sobre todo en esta época postmoderna donde
el talento realmente ha sido puesto a un lado para dar paso a "lo que
funciona" en todas las áreas, música, pintura, diseño etc.
Años más tarde decidí
escribir teología pero ahora con más madurez, mayor comprensión de los grandes
temas e la fe cristiana, adecuada formación teológica y experiencia acumulada
obtenida de la lectura de infinidad de volúmenes de muy buenos autores
cristianos clásicos y modernos como Louis Berkhof, Francisco Lacueva, Delizch,
Samuel Millos, Wyne Grudem, Keil, Evis L Carballosa, F.F. Bruce, Josh
MacDowell y muchos otros. Sin embargo una de las obras que más contribuyó al
desarrollo de mi actual concepción teológica fue sin duda el comentario a la
Confesión Bautista de Fe de 1689, por Sam Waldron. Es a partir de las acertadas
observaciones que hace en su manual.
También de este
periodo son
UN PUEBLO LLAMADO
JUANÑO LINDO,
HERNAN Y LA
HISTORIA DEL AUTO DAÑADO,
A TODA PRUEBA.
Habían pasado ya los
años en que escribí
PARA NO OLVIDAR MI
BARRIO Y YO,
LA CATASTROFE DE
SAN VICENTE,
y
MOISÉS LA HISTORIA
QUE EL MUNDO IGNORA,
sin prácticamente ningún
resultado. Así que me
dediqué a escribir sin prisa y sin la pretensión febril de conseguir que alguna
casa editorial se interesara en mis libros, eso fue una planificada resignación
que me dio la paz necesaria para no descuidar mi pasión por la literatura, de
este periodo son:
EL DIOS DE UNA SOLA
CARA,
LA IGLESIA IGLESIA
VS LA IGLESIA NO IGLESIA,
EL CONTROVERTIDO
MILENIO y
una de las que considero mis obras cumbres en el campo de la teología
MANUAL DE
ESCATOLOGIA DE LAS IMÁGENES GENERALES, MI AMIGA LA CUCARACHA BLANCA, CONSPIRACION ZIKA.
LA CRISIS FINANCIERA
No sé o no quiero
saber, cuántos fracasos financieros he tenido, algunos incluso relacionados con
los libros que me he aventurado a imprimir, porque, realmente, publicar es algo
que no he hecho nunca en el sentido estricto de la palabra y la profesión. Lo
cierto es que fruto de la debacle más grande que un hombre pueda experimentar,
de la cuál quedé gravemente endeudado, por razones por cierto muy largas y
complicadas de explicar, y qué, de hecho, aquí no explicaré, me surgió la idea
de escribir un libro que alentara a los abatidos por las deudas, alertara a los
que, envueltos en deudas se ven tentados en caer en las Pirámides Financieras y
que proporcionara pautas que ayudaran a la gente a estructurar un negocio bajo
principios simples y bíblicos. Así surgió NO HAY DEUDA IMPAGABLE, VIVA
Y TRIUNFE!
Los más recientes
libros escritos por mi 2017 son
AQUÍ NUNCA PASA NADA, y DIVIDE
Y VENCERAS que aún está en proceso de crecimiento.
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